Hacer algo bien y tener éxito haciéndolo es importante. No obstante, para poder reproducir futuros éxitos es necesario poseer un método.
Tener trazabilidad del fracaso nos permite aprender y tenerlo del éxito nos permite trascender (mejorarnos, superarnos y perfeccionarnos).
El método que yo he creado para acelerar el aprendizaje del cliente en el aula se rige por tres preceptos: sencillez (elimino lo superfluo), practicidad (aporto nuevos enfoques y útiles herramientas) y efectividad (consigo una fácil transferencia al día a día del cliente).
Este método está diseñado buscando la máxima efectividad, o sea es eficaz (consigue los objetivos) y es eficiente (acelera el proceso de aprendizaje).