7 Aceleradores para mutar de Líder NOVEL a Líder CONSOLIDADO
En los cursos de formación de liderazgo me encuentro con frecuencia profesionales jóvenes con gran ambición y gran prisa por “escalar” (líder consolidado) en la jerarquía de mando de su empresa. Es algo legítimo que bien encauzado puede beneficiar tanto al interesado como a su entorno.
Este artículo aporta algunos “aceleradores” en este proceso que a lo largo de mi experiencia he visto que “funcionan”; sin embargo, las estrategias que sugiero serán más aptas para profesionales “en proceso de construcción y noveles en el puesto” que para otro tipo de profesional más maduro, “trabajado” y con “largo recorrido” en su empresa actual. Por tanto, el target del artículo son esos jóvenes líderes que tienen aspiraciones y quieren evolucionar “todo lo rápido” que se pueda en la pirámide del poder o jerárquica.
1. Asume Responsabilidad personal
Es la primera de la lista pues sin esta competencia será difícil evolucionar. Se trata de sentirse “factor causal para cambiar el estado de las cosas”, o sea, pensar que con nuestra actitud y talentos seremos capaces de llevar a buen puerto situaciones de alta complejidad.
Implica dar un paso adelante asumiendo “protagonismo” en las situaciones críticas, afrontar retos que otros han abandonado pues piensan que no pueden conseguirse, y ser “altamente resolutivo”; por tanto, requiere una elevada autoconfianza y ponerla a prueba constantemente realizando acciones fuera de nuestra zona de confort.
Lo contrario de esta competencia sería el “victimismo”.
2. Potencia tus Fortalezas (competencias) y combínalas
El impacto que tienen en nuestra carrera las fortalezas es descomunal. La diferencia entre un líder mediocre o uno bueno puede estar solo en una o dos competencias que en el mediocre están “en la media” y en el bueno “por encima de la media”.
Si tienes detectada alguna de ellas en la que eres bueno (sobre todo, si son “críticas” de cara a conseguir tus objetivos) sería una excelente inversión que la potenciaras hasta magnificarla. La idea es que necesitas buscar proactivamente espacios para “honrarla”, o sea, poniéndola en todas las ocasiones que puedas al servicio de tu empresa.
Es necesario destacar por encima de los demás y con tu fortaleza potenciada al máximo, lo harás más rápido y obtendrás mayor “visibilidad” e “impacto”.
Se trata de sentirse factor causal para cambiar el estado de las cosas
Otro aspecto importante es que para evolucionar rápido y con paso firme hay que “combinar” bien tus fortalezas; por tanto, no puedes tener todos “los huevos en el mismo cesto”, o sea, tus fortalezas tienen que estar bien diversificadas para que en vez de “sumar” lo que hagan sea “multiplicar”. No “multiplica” que seas potente en “Organización y planificación” y también potente en “Gestión de proyectos” pues ambas fortalezas “son del mismo cesto”. Yo a lo que me refiero con “multiplicar” es a que si eres un bueno en “Capacidad analítica” o tienes “Visión estratégica” sería altamente efectivo que fueses también potente en “Impacto e influencia” o en “Orientación a resultados”. Tú debes analizar en tu puesto de trabajo qué “combinaciones poderosas” necesitas y trabajar para “exprimir” todo lo que ellas pueden darte.
En mi opinión hay profesionales más “pasivos” que son “desarrollados” o “construidos” principalmente por sus diferentes jefes o por las organizaciones en las que han trabajado (que ya está bien), y otros más “activos” que sin despreciar lo que el jefe o la empresa pueda aportarle o sugerirle, deciden poner “hilo a la aguja” de cara a ser “escultores de su propia obra“ y, a veces, esto tiene premio pues acaban siendo “ese profesional que querían ser”.
3. Cuida las Competencias críticas para conseguir tus resultados
A día de hoy ya sabemos que potenciar nuestras fortalezas es una magnífica estrategia, mucho más efectiva y rentable que centrarse sólo en mejorar nuestra áreas más débiles; no obstante, tenemos que cuidar de no tener ninguna competencia baja que sea clave para conseguir nuestros resultados pues sin lugar a dudas, será un lastre que no nos permitirá evolucionar.
Consejo: contacta con compañeros que sean buenos en la competencia que quieres mejorar y aprende de ellos, lee e infórmate sobre cómo mejorarla (formación autodidacta), ves a cursos (si los hay) y trabaja planes de acción hasta conseguir equilibrarla.
4. Crea un Networking efectivo con las personas estratégicas para que consigas tus objetivos actuales y futuros
La idea es tener un “mapa relacional” de las 4-6 personas clave para nosotros de cara a conseguir nuestros resultados. Entre ellas puede estar nuestro jefe, el jefe del jefe, homólogos nuestros, colaboradores o incluso la assistant de algún jefe (que puede ser clave tenerla como aliada para disponer de una información relevante como saber si es un buen momento o no para ir con alguna sugerencia, propuesta o iniciativa a ese jefe).
Es importante cuidar estas personas, dedicándoles tiempo, afecto y sobre todo escuchándoles pues solo así sabremos de sus necesidades o inquietudes para poder “ofertarles” algo de su interés. Es determinante dirigir nuestras acciones para hacerlas sentir valiosas, por supuesto sin caer en ser un “pelota”.
Otro punto clave es practicar otro networking fuera de la empresa con personas que sean referentes para ti o con ex -compañeros del master, universidad o cualquier otro ámbito o incluso colegas de la competencia. Es muy posible que muchas cosas que vayas a implementar o que necesitas resolver alguien ya las haya hecho. También es posible que muchos contactos que puedas necesitar en el futuro pueden ser amigos de tus futuros contactos.
A día de hoy, el tener un networking bien trabajado es un plus de efectividad para cualquier profesional; por otro lado es obvio que requiere estrategia, dedicarle tiempo, constancia y sobre todo una gran dosis de generosidad (aquí también hay que hacer “ofertas de valor”) pues si solo “pides”, en cuatro días o te habrás frustrado o habrás “quemado” tus contactos.
5. Busca algún “Sponsor”
Es necesario buscar los canales que te permitan acceder a managers/directivos de un nivel superior al tuyo que puedan tener afinidades profesionales contigo, por ejemplo interesados en la innovación, en el cambio, en el management o en cualquier otro tema. Se trata de conocer sus inquietudes (las redes sociales pueden ayudarte), sus intereses o necesidades para hacerles “ofertas de valor”, por ejemplo, presentarle a alguien que les interese conocer, colaborar “desinteresadamente” con ellos facilitándoles información que sea interesante para ellos (benchmarking de la competencia, etc.). La idea es generar en ellos “depósitos emocionales” y que se refuercen los lazos de confianza entre vosotros. Esto va a ser clave para que “te tengan en mente” cuando surja algún proyecto interesante o cualquier otra oportunidad, o para que tú algún día les pidas su apoyo.
6. Obtén Feedback concreto de inicio y de continuidad
Es necesario saber qué han visto en ti tus superiores (competencialmente) para promocionarte dónde estás ahora, y qué esperan de ti en el nuevo puesto; una parte de esta información está en las entrevistas de desempeño anuales y en el feedback del día a día, sin embargo, es importante que amplíes esta información conociendo con mayor profundidad qué tipo de “etiquetas” te han asignado y cómo puedes rentabilizar estas al máximo (también cómo mejorar alguna “etiqueta” negativa). Será necesario tener varias personas (jefe, jefe del jefe, RRHH, homólogos de confianza, etc.) que nos provean de feedback de forma regular.
Si lo haces con humildad y mesura (me refiero a que no seas un “pesado” que cada dos por tres pide feedback), tendrás una información adicional muy valiosa que te permitirá saber cómo está “tu marca” y cómo posicionarla.
Por último, si consigues que por parte de tu jefe o de RRHH te hagan un feedback 360, dispondrás de un plus de información para seguir creciendo.
7. Focalízate en tu “Logro”
Es evidente que de un líder se espera que logre cosas, e incluso que supere los objetivos establecidos. Al final, cuando hagan una valoración de nosotros, los resultados obtenidos nos encumbrarán o nos despeñarán. Obviamente el “cómo” los hayamos conseguido, tendrá también “peso” en esta valoración.
Por tanto, necesitamos tomar muchas y complejas decisiones y ahí van algunas ideas:
- Pon tu “foco” en tus prioridades estratégicas sin desviarte de ellas y asegurándote que estás alineado con la estrategia de la empresa y que tu equipo también está en sintonía.
- Invierte tiempo en generar iniciativas que aporten valor a tu departamento (mejora continua) y a tu empresa (rentabilidad y beneficio) siendo proactivo (anticiparse a oportunidades o a amenazas).
- Identifica proyectos retadores (complejos, novedosos, etc.) y que sean transversales (para tener visión global y mayor visibilidad e interacción) y esfuérzate para jugar en ellos un papel destacado.
- Invierte tiempo en desarrollar a tu equipo para minimizar tus funciones operativas (delegando en tu equipo), principalmente a los mejores (para que sean “más determinantes”) y a los peores (para que no “lastren”).
- Atiende el estado de ánimo de tu equipo, cuida la relación, genera confianza, mantenles informados de su evolución y la del departamento (para que tomen conciencia y se impliquen) y mira qué puedes hacer para que puedan motivarse, pues será difícil que tu orquesta esté afinada si está desatendida por su director.
- Vende con “astucia” tus logros, explicándolos en los foros adecuados (reuniones, presentaciones, etc.) no solo “qué has hecho”, sino “qué has conseguido por hacerlo” y por cierto, no te olvides de nombrar también a tu equipo.
Espero que si has leído hasta aquí, el artículo te haya aportado alguna reflexión o idea y que ello lo materialices en acciones concretas. ¡Buena suerte!